Consejos para un día a día saludable
La salud es esencial para tener Éxito. Aquí herramientas y testimonios que lo ayudarán a vivir mejor.
Olga Lucía Lombana, gerente de Mercado en la multinacional Lenovo, es un ejemplo de responsabilidad con su rutina de vida. Desde los 18 años se ha dedicado al squash, el cual en los últimos meses ha cambiado por el body combat, una disciplina de máxima exigencia y que tiene como gran beneficio liberar el estrés de gran manera.
En una clase de ‘combat’, se queman hasta 600 calorías a punta de música “muy de moda”, con una alta exigencia para la posición. Además exige el aprender combinaciones y estar muy atento a rutinas de ejercicios muy influenciado de las artes marciales.
“Es mi momento. Es cuando me salgo de la rutina y del estrés de la oficina para irme al gimnasio y olvidarme de todas mis obligaciones. En mi oficina ya saben que hay unos días a la semana que paro, reuniones o lo que esté haciendo, para irme a mi espacio”, explica la ejecutiva.
Además el temperamento mejora sustancialmente para quienes se ejercitan decididamente. “Obviamente tú botas mucho estrés en el ejercicio y descargas en éste, y no en tu casa ni con tus compañeros de oficina, todo el estrés que llevas encima”, asegura Olga. “Hay que ser capaz de parar una jornada de trabajo muy dura y dedicarse un par de horas a la semana para sentirse bien. Esa es mi meta con el ejercicio, con algo que me sirve emocionalmente, físicamente y laboralmente”, afirma sobre su ejercicio, que además le brinda beneficios cardiovasculares muy grandes.
Para una actividad adecuada se debe ejercitar el cuerpo mínimo 150 minutos a la semana. Uno de los grandes errores de los ejecutivos modernos es que no se reparte esta carga física adecuadamente, sino todo se deja para una sesión que logra sobrecargar el cuerpo dejándolo cansado e indispuesto para jornadas laborales difíciles, haciéndolas aún más complicadas.
El primer paso es buscar la asesoría de centros especializados que ofrezcan desde doctores, que trabajen el área de la prevención, seguramente la más importante empresarialmente, y entrenadores que ofrezcan un buen repertorio de ejercicios, esto para asegurar que no se vuelva algo monótono el ejercitarse. Según Felipe Daza con tan solo “tres meses una inversión de este tipo empieza a mostrar grandes frutos en cada uno de los trabajadores, por ejemplo, mejorando las cifras de ausentismo claramente”.
Cuestión de Equilibrio
Olga Lucía Acosta, Gerente de Matiz, reconocido restaurante en Bogotá destacado como uno de los mejores del país por sus platos marinos y que también impone altísimos estándares de servicio y calidad, es una responsable del cuidado: “en la medida que yo me sienta bien físicamente yo lo voy a proyectar en mi trabajo”, dice.
Olga Lucía Acosta, Gerente de Matiz, reconocido restaurante en Bogotá destacado como uno de los mejores del país por sus platos marinos y que también impone altísimos estándares de servicio y calidad, es una responsable del cuidado: “en la medida que yo me sienta bien físicamente yo lo voy a proyectar en mi trabajo”, dice.
“Yo creo que en la vida hay que tener equilibrio en todo, no solo para el trabajo. En un negocio como este en el que vendemos bienestar, tenemos que sentirnos muy bien nosotros para poderlo comunicar a la gente que nos visita”.
Acosta también aplica con decisión la filosofía de “cuerpo (de trabajo) sano, vida (laboral) sana”. “A mí el ejercicio me aporta seguridad, confianza, bienestar. Eso es lo que me gusta transmitirles a mis compañeros”.
Cuestión de Equilibrio
Olga Lucía Acosta, Gerente de Matiz, reconocido restaurante en Bogotá destacado como uno de los mejores del país por sus platos marinos y que también impone altísimos estándares de servicio y calidad, es una responsable del cuidado: “en la medida que yo me sienta bien físicamente yo lo voy a proyectar en mi trabajo”, dice.
Olga Lucía Acosta, Gerente de Matiz, reconocido restaurante en Bogotá destacado como uno de los mejores del país por sus platos marinos y que también impone altísimos estándares de servicio y calidad, es una responsable del cuidado: “en la medida que yo me sienta bien físicamente yo lo voy a proyectar en mi trabajo”, dice.
“Yo creo que en la vida hay que tener equilibrio en todo, no solo para el trabajo. En un negocio como este en el que vendemos bienestar, tenemos que sentirnos muy bien nosotros para poderlo comunicar a la gente que nos visita”.
Acosta también aplica con decisión la filosofía de “cuerpo (de trabajo) sano, vida (laboral) sana”. “A mí el ejercicio me aporta seguridad, confianza, bienestar. Eso es lo que me gusta transmitirles a mis compañeros”.
Ya es costumbre que en Matiz los empleados participen en maratones y carreras atléticas por iniciativa de su gerente, quien busca la manera de financiar estos espacios “pagarles la inscripción es solamente una mínima inversión, pues son momentos que armonizan el grupo y repercuten en el trabajo de cada uno de nosotros”, argumenta.
En las tardes, Olga Lucía corta su rutina hacía las 5, cuando la actividad del restaurante es baja y se encierra en su oficina por media hora. El ruido de la cascada de la terraza del lugar alcanza a colarse y esta es la mejor compañía para el rato que se dedica a ella misma haciendo yoga y recargando baterías. “Después comienza el turno de la noche, que en un restaurante es una jornada larga. Ese ejercicio me da la energía de estar siempre alegre y despierta”.
Si se quiere buscar culpables, el poco tiempo “libre” es el principal. Pero no hay que concebir como “tiempo libre” los espacios destinados al cuidado y ejercicio físico, he ahí el gran error. “Yo hace mucho aprendí que si quería cuidarme tenía que destinar un tiempo determinado para dedicar a mi actividad física, como el que destino para almorzar, dormir, etc.”, dice Acosta.
Bienestar para Todos
Un jefe preocupado por tener a sus elementos en un contexto donde se sientan bien, y que consiga lograrlo, puede respirar muy tranquilo. Más que cuidarles los kilos de más a sus trabajadores, apostarle al bienestar corporativo representa un ahorro significativo de gastos y un estímulo a la productividad.
Un jefe preocupado por tener a sus elementos en un contexto donde se sientan bien, y que consiga lograrlo, puede respirar muy tranquilo. Más que cuidarles los kilos de más a sus trabajadores, apostarle al bienestar corporativo representa un ahorro significativo de gastos y un estímulo a la productividad.
Por ejemplo, el ausentismo laboral es otro de los enemigos a combatir por medio del bienestar gestionando desde las empresas. Este es uno de los fenómenos que más repercusión tiene una rutina que no tenga en cuenta la salud, pues si las políticas de su empresa logran medir los índices de ausentismo usted encontrará que es más que evidente que los cuidados de un cuerpo sano ahorran mucho dinero y brindan una consistencia laboral que ninguna otra sinergia logra. Más de una docena de estudios de todo el mundo han comprobado que entre el grupo de trabajadores físicamente activos y grupos de población general, el ausentismo laboral en la población general supera en un 73% al de los físicamente activos.
Las firmas que ofrecen afiliaciones o descuentos importantes a su nómina para clubes o centros médicos cada vez son mejor recibidas y con mayor naturalidad por parte de los empleados quienes se concientizan que una vida sana tiene una repercusión innegable en el logro de sus metas. Por otra parte el ahorro se da también con una menor rotación de la fuerza laboral, pues un trabajador que esté en todos los ámbitos a gusto rechazará otras ofertas o no concebirá la idea de cambiar de rumbo, llegando a evitar así ese rubro en exceso costoso para las finanzas empresariales y para el andamiaje de los equipos de trabajo.
“Generalmente las personas toman conciencia de mejorar su hábitos de vida después de un tropiezo de salud importante”, dice Daza, "pero las malas rutinas deberían revaluarse antes de cualquier problema serio. Después de muerto no hay tiempo para trabajar”, afirma tajantemente.
La gran mayoría de las organizaciones han crecido sin la cultura de invertir en su gente, posición errada y de la cual se puede ser consciente tan solo con monitorear directamente con los trabajadores sus necesidades. Manejar los destinos de una empresa puede representar el poder de cambiar las vidas de los trabajadores, dándoles calidad a estas.